Las terapias dirigidas dan un gran paso en el tratamiento del cáncer de ovario avanzado

Madrid, 14 de mayo de 2020. Los resultados a largo plazo de un estudio demuestran que la administración de Rucaparib mejora la supervivencia y retrasa la progresión de la enfermedad en pacientes con cáncer de ovario avanzado, lo que significa un gran paso para la utilización de terapias ‘diana’ en el tratamiento de este tipo de tumores. La investigación, que se ha alargado durante más de 2 años, ha tenido en el Dr. Jesús García-Donas, jefe de la Unidad de Tumores Ginecológicos y Genitourinarios y director del Laboratorio de Innovación en Cáncer del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, a uno de sus coautores principales.

 

 

<img alt="" src="/prensa-hm/notasprensa-hm/PublishingImages/thumbnail_JESUS%20GARCIA%20DONAS%20web.jpg" style="BORDER:0px solid;" />https://www.hmhospitales.com

El Dr. Jesús García-Donas explica que “hasta ahora, se habían producido muy pocos avances en el ámbito de las terapias dirigidas aplicadas al tratamiento del cáncer de ovario recurrente, los protocolos eran antiguos y los fármacos no proporcionaban los resultados deseados por los especialistas. Ahora, con la irrupción de una nueva familia de fármacos (llamados PARP inhibidores), se consigue alargar el período de tiempo entre una primera terapia y las posteriores. Asimismo, sus beneficios hacen que el organismo esté más preparado para recibir un segundo tratamiento, aminorando los efectos secundarios”.

La mayoría de pacientes con cáncer de ovario responden positivamente al tratamiento inicial consistente en una intervención quirúrgica para extirpar el tumor y la posterior administración de quimioterapia basada en platino, pero también la mayoría de mujeres experimentan una recaída en la enfermedad que hará necesaria la aplicación de terapias posteriores. En este sentido, se ha

confirmado que la utilización de Rucaparib como monoterapia para el tratamiento de mantenimiento consigue incrementar la calidad de vida de la paciente y alargar en un año aproximadamente la reaparición del tumor. En este sentido, permite que la paciente se recupere mejor de los efectos negativos de la quimioterapia.

Este trabajo, que ha tenido una duración de más de 2 años y ha contado con la participación de más de mil pacientes de 87 hospitales de 11 países, ha sido respaldado por la Fundación de Investigación HM Hospitales, que sigue apostando por la investigación como uno de los pilares fundamentales para proporcionar al paciente una calidad asistencial de alto nivel.

El resultado del estudio multicéntrico en fase III, ARIEL3, ha comportado que Rucaparib –un inhibidor oral de la Poli ADP ribosa polimerasa (PARP) - haya sido aprobado en Estados Unidos y la Unión Europea como fármaco para el tratamiento de mantenimiento en el cáncer de ovario avanzado, trompa de Falopio y peritoneal avanzado, cuyos tumores tienen un comportamiento muy similar.

Uno de los tumores con mayor tasa de mortalidad

El cáncer de ovario es el octavo tumor con mayor tasa de mortalidad entre las mujeres debido a que, actualmente, no existe ningún método eficaz que facilite el diagnóstico precoz y el 75% de los casos se conocen en fases avanzadas. En España, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se diagnostican 3.300 casos anuales, lo que representa el 5,1% de los cánceres que afectan a la población femenina. La mayoría de casos suelen detectarse entre los 45 y 75% años.


To Top