La edad media de las pacientes que acuden a una clínica de reproducción se sitúa en los 38 años

Madrid, 24 de marzo de 2017. El actual ritmo de vida y el papel cada vez más destacado adquirido por la mujer en el ámbito laboral y social ha devenido en que muchas de ellas retrasen la edad en la que deciden quedarse embarazadas.

​“La probabilidad de lograr un embarazo natural por ciclo es del 25% si la mujer tiene 25 años, del 12% si la mujer tiene 35 años y solo de un 6% si la mujer tiene 40 años. Las dificultades inherentes para poder concebir a partir de los 35 años es la razón por la que cada vez más mujeres tienen que recurrir a las clínicas de reproducción asistida. Durante 2016, se realizaron en España 116.688 ciclos de fecundación in vitro, siendo la edad media de las pacientes de 38 años”, aclara el Dr. Isidoro Bruna, director médico de HM Fertility Center y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Fertilidad.

Estos datos, sumados a la edad media del nacimiento del primer hijo, que en España se sitúa en los 32,4 años, está motivando que el proceso de concepción espontánea sea mucho más difícil y que las clínicas de reproducción se hayan convertido en un recurso cada vez más demandado por una sociedad, que desde los años 80, ha ido aumentando paulatinamente la edad en la que las mujeres se convierten en madres. "Cuando empecé a trabajar en medicina de la reproducción hace ya tres décadas, tratábamos esencialmente patologías que incidían en el ámbito de la fertilidad (endometriosis, trompas obstruidas, anovulaciones…), ahora nos hemos convertido en luchadores contra la fisiología femenina", señala el Dr. Bruna.

A este respecto el Dr. Isidoro Bruna también confirma que "una de las pruebas que evidencian esta realidad es que el número de nacimientos en mujeres mayores de 40 años se ha triplicado en España desde el año 2000 y que, según el último registro de la Sociedad Española de Fertilidad (2016), el 7,91% de los nacidos en España (33.863 niños, de un total de 419.109) lo hicieron gracias a los tratamientos de reproducción asistida".

Además, se constata que cuando se toma la decisión de buscar un embarazo ya existe un descenso en la fertilidad de la mujer provocada por el paso del tiempo. "La fertilidad natural disminuye a partir de los 35 años, a los 40 la situación es crítica y a los 45 es prácticamente nula. Esto no significa de manera categórica que no se pueda ser madre por encima de los 40 años, pero la tasa de embarazo con óvulos de la propia mujer desciende irremediablemente", indica el Dr. Moisés Moreira, director del HM Fertility Center en A Coruña.

Ante esta realidad existe un debate ético-médico-legal sobre la edad límite de la maternidad, que recientemente se ha avivado con casos de alto impacto social. La edad se revela como el factor más determinante y es fundamental tener claros los límites que preservan la seguridad de la madre y del bebé. Ante esta situación HM Hospitales, que cuenta ya con ocho unidades especializadas en este campo denominadas HM Fertility Center, sitúa en los 48 años el límite de edad para la realización de un tratamiento, en consonancia con el consenso nacional generalizado entre los profesionales de la medicina de reproducción española, que aboga por no buscar una gestación por encima de los 50 años.

 

Óvulos de donante y vitrificación

Desde HM Fertility Center se recomienda, después de valorar cada caso individualmente, la utilización de óvulos de donante a partir de los 42 años, lo que permite incrementar la tasa de éxito por transferencia embrionaria al 60%, frente a menos del 15% que se consigue con óvulos propios una vez alcanzada esa edad. Además, otro avance que contribuye a mejorar los resultados en las tasas de embarazo es la vitrificación de ovocitos — congelación de óvulos en edades jóvenes de la mujer para ser utilizados en el futuro —. "En HM Fertility Center efectuamos esta técnica, que ya ha demostrado ampliamente excelentes resultados en la tasa de supervivencia ovocitaria, de fecundación, implantación y de embarazo, sin efectos adversos. Es por tanto una técnica muy segura y eficiente para la preservación de la fertilidad por causa social o médica", señala el Dr. Moisés Moreira.

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